Francamente
me
habría gustado más
que
hubiera sido primavera
y
que la primera
fuera
aquella niña rubia,
pecosa
y delgada
que
cada tarde
subía
conmigo al tranvía
cunado
el día se dormía
Francament
m'hagués agradat molt més
que hagués estat primavera
i que la primera
fóra aquella nina rossa,
prima i pigarda
que cada tarda
pujava amb mi al tramvia
quan el jorn s'endormia.
Desde
que lo encontré en 1971 con Mediterráneo y lo perdí en 1976 con "Para piel
de manzana" un disco casi tan bueno como aquél pero olvidado hasta por
muchos de sus incondicionales, tuve a Joan Manuel Serrat como una de mis
referencias como cantante y también como poeta. Me gustaba tanto que no tuve
ningún problema en comprar o pedir que me grabaran algunos álbumes suyos, no le
di mucha importancia a que algunos de ellos fueran en catalán.
Suelo
seguir escuchando a Serrat, viene bien detenerse en lo que dice y como lo dice,
comprendo que hubiera mujeres de un barrio humilde como el mío que lo hubieran
querido tener como hijo, comprendo que más de una muchacha temblara por él
cuando lo viera alejarse con la guitarra al hombro, que pareciera tan cercano,
tan abierto con esa sonrisa un tanto pícara y tan tierna que uno hubiera
querido tenerlo como compañero en una partida de mus y contertulio en las
noches de verano en la puerta adentrándonos en el misterio de una estrella
parpadeando en el cielo azul oscuro.
Esta
canción pertenece a "Per el meu amic" (Para mi amigo), grabado en
1973, sin duda uno de los mejores discos de Serrat. No me gusta demasiado el
tema central de la canción que he elegido para dar fe de ello, ni como lo
trata, cuando intentas ser demasiado sincero y dices cosas que van en tu contra
nadie te acaba creyendo del todo, pero la música es deliciosa, está empapada
por aquella voz que hacía sentir y la primera es una de las estrofas más
hermosas que yo recuerde de toda la música española.
No hay comentarios:
Publicar un comentario