viernes, 28 de julio de 2017

La primera estrofa en una canción de Serrat


Francamente
me habría gustado más
que hubiera sido primavera
y que la primera
fuera aquella niña rubia,
pecosa y delgada
que cada tarde
subía conmigo al tranvía
cunado el día se dormía

Francament
m'hagués agradat molt més
que hagués estat primavera
i que la primera
fóra aquella nina rossa,
prima i pigarda
que cada tarda
pujava amb mi al tramvia
quan el jorn s'endormia.



Desde que lo encontré en 1971 con Mediterráneo y lo perdí en 1976 con "Para piel de manzana" un disco casi tan bueno como aquél pero olvidado hasta por muchos de sus incondicionales, tuve a Joan Manuel Serrat como una de mis referencias como cantante y también como poeta. Me gustaba tanto que no tuve ningún problema en comprar o pedir que me grabaran algunos álbumes suyos, no le di mucha importancia a que algunos de ellos fueran en catalán.

Suelo seguir escuchando a Serrat, viene bien detenerse en lo que dice y como lo dice, comprendo que hubiera mujeres de un barrio humilde como el mío que lo hubieran querido tener como hijo, comprendo que más de una muchacha temblara por él cuando lo viera alejarse con la guitarra al hombro, que pareciera tan cercano, tan abierto con esa sonrisa un tanto pícara y tan tierna que uno hubiera querido tenerlo como compañero en una partida de mus y contertulio en las noches de verano en la puerta adentrándonos en el misterio de una estrella parpadeando en el cielo azul oscuro.

Esta canción pertenece a "Per el meu amic" (Para mi amigo), grabado en 1973, sin duda uno de los mejores discos de Serrat. No me gusta demasiado el tema central de la canción que he elegido para dar fe de ello, ni como lo trata, cuando intentas ser demasiado sincero y dices cosas que van en tu contra nadie te acaba creyendo del todo, pero la música es deliciosa, está empapada por aquella voz que hacía sentir y la primera es una de las estrofas más hermosas que yo recuerde de toda la música española.

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